Estudiar un año escolar en el extranjero es un reto apasionante y enriquecedor a partes iguales. Aunque la decisión resulta compleja para los padres, y es 100% comprensible. Pero los beneficios que puede suponer esta experiencia formativa para un hijo/a son enormes.
¿Estás preparado para conocer todas las ventajas de realizar un curso académico fuera de España?
1. Conocer el mejor sistema escolar de Europa
Estudiar en un país extranjero supone enfrentarse a un panorama académico diferente, pero muy estimulante.
Irlanda destaca por ofrecer una educación de alta calidad, incluyendo universidades de renombre a nivel internacional. Se ha convertido en un destino popular para estudiantes internacionales debido a su enfoque en la educación experiencial. El aprendizaje va más allá de las aulas tradicionales. Los estudiantes participan en proyectos prácticos como prácticas en empresa y actividades de aprendizaje basadas en la experiencia. Esto les permite aplicar los conocimientos teóricos en situaciones del mundo real, lo que les brinda una comprensión más profunda y práctica.
La combinación de educación basada en el «Real life», investigación y apoyo personalizado hace que tenga uno de los mejores sistemas escolares de Europa (según el informe PISA).
Para los estudiantes que tengan interés en estudiar inglés en el extranjero y apostar por una formación con un amplio abanico de actividades extraescolares y deportivas, realizar un año escolar en Irlanda, es una alternativa extraordinaria.
2. Aprender un idioma distinto
Ya hemos comentado en otras ocasiones que aprender un idioma a una edad temprana es mucho mejor ya que la mente es mucho más receptiva. Si además optas por una experiencia académica en el extranjero, lograrás dominar la lengua a un nivel superior. Hasta podrías conseguir lo que mucho gente desea, ser bilingüe. Afianzar el dominio de un idioma distinto al nativo es esencial para sumergirse en la cultura de otro país y representa una gran ventaja para el futuro académico y profesional.
Hoy en día si dominas la lengua inglesa encontrarás trabajo sin problema. No es una exageración, es un hecho. Realizar esta inversión educativa durante la infancia y la adolescencia te aseguramos que merece la pena al 100%. Definirá el futuro de tu hijo/a siendo una de las mejores herencias que les puedes dar.
3. Conocer otra cultura
Realizando un año escolar en el extranjero, el alumno convive con una familia extranjera y vive una completa inmersión cultural y lingüística. Esta experiencia le forjará una personalidad de ciudadano global. Le abrirá la mente, hará que cambie su percepción del mundo y despierte su curiosidad.
Desarrollando una tolerancia mucho mayor hacia todas las representaciones culturales del mundo. Este rasgo facilitará la interacción con personas de mentalidades y costumbres muy diversas. Un aspecto muy ventajoso para el futuro profesional, académico y personal.
4. Desarrollar un pensamiento más flexible
Estudiar un año escolar en el extranjero va más allá de la adquisición de conocimientos académicos. También implica una inmersión profunda en una cultura diferente, lo cual fomenta el desarrollo de un pensamiento más flexible y abierto.
Al enfrentarse a nuevas formas de aprendizaje, interacción social y resolución de problemas en un entorno extranjero, los estudiantes se ven desafiados a adaptarse y a encontrar soluciones creativas. Esto impulsa el desarrollo de habilidades cognitivas como la adaptabilidad, la creatividad y la capacidad de pensamiento crítico.
Es una manera de aprender a gestionar nuevas vivencias y valorar el aprendizaje de los desafíos que esto conlleva. Es una oportunidad para seguir aprendiendo y creciendo.
5. Ampliar perspectivas
Nos encontramos en un mundo cada vez mas globalizado, por ello es importante abrir la mente de cara al futuro.
Las mejores universidades y empresas lo que buscan son personas con un potencial diferente, dinámicas, capaces de adaptarse cambios, con iniciativa y con capacidades sociales.
Este tipo de cualidades, son las más demandadas. Los líderes del mundo poseen estos rasgos. ¿Quieres tenerlos tu también?
Estudiar un año escolar en el extranjero no solo amplia horizontes académicos, sino que también moldea una mentalidad más flexible y adaptable, preparando a los estudiantes para afrontar los desafíos de un mundo cada vez más globalizado y diverso.
6. Adquirir mayor madurez académica y personal
Los alumnos que participan en este tipo de programas maduran a todos los niveles, y lo que es aún más importante: se convierten en personas más fuertes, seguras e independientes.
En la adolescencia, los jóvenes están en una fase de autodescubrimiento. Estudiar un año escolar en el extranjero, es una manera de ayudarles a poder conocerse a ellos mismos y que puedan descubrir lo que quieren, para poder tomar decisiones sobre su futuro.
Viviendo todo un curso fuera de casa, los estudiantes deben afrontar situaciones de todo tipo, que en su día a día no están acostumbrados.
Y aunque cuenten con el apoyo de tutores, profesores, amigos o la familia de acogida, al final serán ellos los que den el paso adelante y tomen la iniciativa.
7. Más oportunidades laborales
No nos cansaremos de decirlo. No solo vale con aprender inglés a través de los libros, sino que se necesita dar una paso mas allá. Si optas por estudiar un curso académico en el extranjero, el éxito está asegurado.
Con esta inmersión, conseguirás un mayor dominio del idioma, serás más autónomo y con una visión del mundo más global.
Te aseguramos que te lloverán las ofertas de trabajo. La mayoría de empresas dan prioridad a candidatos con un perfecto nivel de inglés y que sean auténticos cosmopolitas.
Como has podido observar, realizar un año escolar en el extranjero, son todo ventajas.
¿Quieres que te ayudemos a planificar este cambio en tu vida? Contacta y te asesoramos.