Tradiciones de Fin de Año en países de lengua inglesa: ¿las conoces?
Las tradiciones de fin de año en los países de lengua inglesa tienen sus propias particularidades, como en cada parte del mundo. Sí, ya estamos en la recta final del año. En estos días todos hacemos repaso de nuestro año, tomamos conciencia de lo vivido, y empezamos a pensar en nuestra lista de buenos propósitos de cara al nuevo año que está a punto de dar comienzo. Y esto es así independientemente del país en el que te encuentres.
Pero cuando hablamos de celebraciones o de cómo un país festeja su despedida del año que acaba y su bienvenida al que empieza, cada pueblo tiene sus tradiciones, muchas de ellas tan antiguas como su propia historia.
En España ya sabemos bien lo que solemos hacer. Reuniones familiares o con amigos. Nos vamos a la plaza del pueblo o ciudad, siendo el punto de encuentro más famoso el kilómetro cero de Sol, en Madrid. Trajes de gala, cotillones, brindis. Pero las reinas de la noche son las 12 uvas. Y ya a bailar y reís hasta que amanezca, siendo la opción preferida por muchos la de los churros con chocolate antes de ir a dormir.
Tradiciones de Fin de Año en Reino Unido
Las tradiciones de fin de año también son diferentes dependiendo de la parte en la que te encuentres de Reino Unido. Vamos a ver sus principales características:
-Inglaterra:
Lo mismo que en España el punto clave es Sol, en Madrid, en Inglaterra la localización por excelencia para festejar el fin de año es el London Eye de Londres. La famosa noria se enfunda en sus cambiantes colores para acoger a las más de 500.000 personas que se dan cita allí cada 31 de diciembre. Como colofón, tras escuchar las doce campanadas del Big Ben, tiene lugar un impresionante espectáculo de fuegos artificiales al son de la música que inunda todo el lugar.
Otros de los lugares favoritos por los londinenses y visitantes son Trafalgar Square o la famosa Piccadilly Circus. Apretones de manos mientras entonan el Auld Lang Syne, que viene a decir “Por los viejos tiempos”.
En cuanto a aquellas celebraciones más de puertas adentro, en casa con la familia, es la que se conoce como Lucky Bird o The First Footing. Esto consiste en dejar la puerta trasera abierta antes de la medianoche para dejar que el año que acaba “se vaya”. Así, la primera persona que cruza la puerta tiene que cumplir con los siguientes requisitos para que en ese hogar haya fortuna durante el año nuevo: venir con un trozo de carbón, una botella de whisky y una rebanada de pan. Deberá ser un hombre moreno y nunca una mujer pelirroja.
Y si hablamos de la bebida por excelencia durante estas fechas por estas tierras, ésa será la conocida como Mulled Wine: vino caliente casero picante compuesto de nuez, canela, azúcar, jengibre, naranjas y que debe de servirse caliente. La mejor forma para entrar en calor.
-Irlanda:
Lugar de cuento y magia. Perfecta para las celebraciones de Navidad. Y dichos elementos no podían estar ausentes en la tierra de los tréboles y los trasgos en una fecha tan señalada y con tanta carga de superstición como es la de la bienvenida al año nuevo y despedida al año que se va.
Por ejemplo, los hogares dejarán sus puertas abiertas durante la cena, no sólo para que se vaya el año que ya acaba, sino para que entren a celebrar con ellos todos aquellos seres queridos que ya se fueron y no están.
Y el amor, otro elemento al que se alude en los deseos de un año nuevo. Muchos son los que colocan esta noche una rama de muérdago bajo la almohada, para atraer así la suerte en este ámbito para el nuevo año que ya da comienzo.
Pero si algo llama la atención, es la costumbre que tienen los irlandeses de lanzar el pan contra la pared en esta fecha. Sí, sí. Como suena. Las familias golpean las paredes de sus casas con el pan, a modo de reclamación de la buena suerte y de la abundancia.
Otro elemento curioso es el carbón. Mientras que en España simboliza que no te has portado bien y no hay regalo, en Irlanda abastecerse de carbón en el último día del año es símbolo de abundancia y de que no faltará el calor en estos fríos días.
-Escocia:
Si hay un pueblo que se caracterice por sus fiestas paganas y ancestrales, ése es el escocés. Con nombre propio para su última noche del año: el Hogmanay. O cómo seguir adorando a la madre naturaleza y celebrar el invierno por todo lo alto. Y el elemento que es común denominador en todos los festejos es el fuego, cómo no, por su poder purificador atribuido. Desfiles de antorchas por las principales calles, gaitas, fuegos artificiales, hogueras. Y chimeneas en casa siempre encendidas y bien humeantes. Así se ahuyentan a los malos espíritus.
Si algo disfrutan los escoceses es del aire libre, sin miedo al frío. Y así es el Hogmanay, espectáculos outdoors, como el Ceilidh, con muchos bailes, whisky, mulled wines, chocolates y magia, siempre magia.
El punto de encuentro en Escocia para despedir el año es Edimburgo, con una fiesta que se prolonga por tres días, congregando a más de cien mil participantes en sus calles, con su famosa cuenta atrás y sus espectaculares castillos de fuegos artificiales. El mejor lugar para disfrutar de las vistas es, sin duda, el famoso Calton Hill.
-Gales:
La tierra representada por el dragón rojo, o por otros emblemas, cuanto menos curiosos, entre los que se incluyen el puerro o un narciso.
Y si han sobrevivido a las gélidas temperaturas en los famosos chapuzones que se dan desde el 26 de diciembre hasta el último día del año, entonces celebrarán como toca la llegada del año nuevo. Como buenos celtas de corazón, son gentes de bares, pubs y clubs. Y los galeses se dividen entre estos locales y sus casas para celebrar la última noche del año. Cuando se acerca la medianoche, todos salen a las calles para cantar y brindar tras las doce campanadas, o tras la cuenta atrás. Uno de los lugares más concurridos esta noche es Cardiff.
Tradiciones de Fin de Año en EEUU
Desde luego, los norteamericano saben bien cómo hacer las cosas a lo grande, y en esta fecha son un referente a nivel mundial en cuanto a celebración y festejo. Quién no conoce la famosa caída de la bola de Times Square, el corazón de Nueva York. Ésa famosa cuenta atrás, tantas veces filmada. Punto de encuentro para más de tres millones de personas cada año.
También las familias norteamericanas tienen como tradición entonar el británico Auld Lang Syne, anteriormente mencionado, recordando los viejos tiempos y las amistades de toda la vida.
Muy típico de ellos también es el mostrar afecto. Dentro de este marco, costumbre llamativa es la de que suelen besar a la primera persona que veas nada más comience el Año Nuevo. Así se aseguran de comenzar bien el nuevo calendario.
Obviamente, no podían faltar los espectaculares fuegos artificiales, los cuales se producen en las principales ciudades de todo Estados Unidos, a resaltar por ejemplo los de San Francisco o los que congregan a miles de personas en Las Vegas.
Son muchas las cosas que aprendemos cuando viajamos o pasamos una temporada fuera. Aunque es de vital importancia, no se trata únicamente de aprender Inglés, sino de abrir la mente y aprender aspectos culturales completamente diferente a los nuestros. ¿No te has planteado nunca pasar un curso escolar en el extranjero? ¿Has pensado en todo lo que podrías aprender y disfrutar viviendo una inmersión lingüística y cultural en países de lengua inglesa como estos?
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