Nos apasiona Irlanda, por ello es uno de nuestros destinos favoritos para realizar estancias de inmersión lingüística.
El 17 de Marzo es el Día de San Patricio, y hoy nos apetece que te adentres en una de sus leyendas más famosas: los leprechauns.
Un símbolo que tiene mucho peso y presencia en la celebración del día del orgullo irlandés.
Irlanda es un país que a lo largo de la historia ha atesorado leyendas e historias repletas de seres mágicos. Hoy nuestras próximas palabras se las dedicamos a ellos.
Quiénes son los Leprechauns
Estos personajes habitaban la isla Esmeralda. Llevan siglos y siglos pasando de generación en generación, gracias a la tradición oral.
Seguro que su imagen te suena, los has visto en muchos souvenirs irlandeses. Son duendes vestidos de verde, con un gran sombrero, y con el pelo y la barba pelirrojos.
Estos seres se dedicaban a fabricar o arreglar zapatos. Amasaban riqueza( es muy reconocible la imagen de ellos con una vasija llena de monedas de oro) y eran extremadamente avariciosos.
Su fortuna provenía de la multitud de vasijas de barro que custodiaban y estaban llenas de tesoros. Estos recipientes fueron enterrados en periodos de guerra, y los leprechauns, fueron los únicos capaces de encontrarlos y recuperarlos.
La leyenda cuenta que si fijas la mirada sobre un duende, éste se queda atrapado y ha de entregar su riqueza. Aunque en el momento en que el leprechaun se retira, la mirada se desvanece.
Son seres mágicos muy similares a los trasgus o duendes asturianos.
Los leprechauns son avaros y poco sociables
Si algo define a estos personajes mágicos y legendarios es que son antisociales, y les pierde la codicia. Especialmente, cuando perciben que pueden perder sus tesoros.
Viven en los bosques, es muy habitual que se topen con viajeros perdidos que llegan hasta ellos por el sonido de su martillo mientras trabajan.
Cuando los leprechauns son descubiertos, en primera instancia son amables y ponen su mejor cara. Pero en cuanto les hacen preguntas sobre el oro, su actitud jovial cambia inmediatamente.
Son capaces de negar que son ricos, llorar, gritar, o usar cualquier estrategia para despistar a su interlocutor.
Cualquier excusa es buena para para distraer al humano y que aparte su vista: un enjambre de abejas, un árbol desplomado, un desprendimiento de piedras…
En cuanto el humano aparta la mirada de él, el duende irlandés desaparece, se esfuma como por arte de magia.
Si el leprechaun no consigue su objetivo, todavía tiene sus recursos, como optar por una estrategia un tanto diferente y transformarse en un ser muy generoso.
Puede comprar su libertad con una bolsa hasta las topes de monedas de oro, pero no te endeudes demasiado pronto, porque ese “regalo” puede desaparecer por completo o acabar convertido en ceniza.
Si viajas a Irlanda, ten mucho ojo con estos duendes avariciosos y espabilados…No te dejes engañar y disfruta de la isla Esmeralda.